Y es que se acabaron las navidades, y ya parece que todo ha vuelto a la rutina...Ya no hay fiestas, ni comilonas, y apenas si queda una botella de cava olvidada o una tableta de turrón en la despensa.....
Pero no.
Llegaron... ¡LAS REBAJAS!
¡Dios! Qué miedo me da vivirlas cada año. Es como una experiencia extrasensorial, ¡es una guerra cósmica!.
Si en las navidades no se podía entrar a las tiendas, porque no cabías, ahora además de no caber te pisan, te dan codazos ¡y te muerden! si te atreves a coger algo que ya le haya echado el ojo alguien.
¿Gangas? Pero què gangas! No existen!. Son como los billetes de cinco mil euros: todo el mundo sabe que hay, pero ninguno los ha visto. Yo creo que las rebajas tienen ese único aliciente:las gangas. Y las verdaderas gangas, son acaparadas por las mismas empleadas de los comercios donde -cada vez con mas escasez- aparecen.
Eso sí, como es barato....
"Mira que chaqueta te he comprado en las rebajas. ¡Lo último!" dice mi santa, sacando de un paquetón algo como de tela, pero envuelto de tal forma que no hay quien loo reconozca, sino a bulto. Eso sí: Hay que ver su cara de ilusión, y las ganas que tiene de que me la pruebe. Me quita a manotazos la bata de estar en casa, con lo calentito que estaba, y me injerta en la chaqueta, que cuando la veo desliada y encima mío, tengo que aguantar un alarido de terror. Pero qué cosa mas fea!. Y encima, me está grande, y el color que no me gusta, y me tira de un lado. vamos, que ni "hecha a medida".
Mi mujer, que me conoce de hace muchos años, no deja de mirarme ilusionada a los ojos, esperando una aprobación, que dicen que los ojos son el espejo del alma. Pero no puedo engañarla. Aquel guiñapo arrugado, feo y de un color sepia horroroso, no puedo ocultar que no me gusta.
Y pasamos de la ilusión a la tristeza suma. Casi se me echa a llorar.
Yo no sé qué facilidad bipolar tienen las mujeres, de pasar con tanta facilidad de la sonrisa al llanto, sin estación intermedia: Van de la sonrisa-al-llanto.
Y ella empieza a hacer "pucheritos", diciendome entre "jipíos": "Pues con lo que me ha costado quitársela a esa harpía de las manos! (jip)."Y lo barata que es!"(jip) "Y ahora qué hago con la chaqueta?"."¡Desde luego, que poca sensibilidad tienen los hombres!".
Que esa es otra: Yo no sé por qué cuando no tienen ningún otro argumento en nuestra contra, sacan siempre el mismo argumento trasnochado pero útil, desde la mismísima madre Eva, apelando al machismo y la falta de sensibilidad masculina.
¿Falta de sensibilidad? Pero, ¿quieres mas sensibilidad que seguir siendo socio de la Unión Deportiva hasta hoy, fiel como un perro?.
Sigue leyendo...
Nos mudamos de sitio
-
Por razones técnicas, este blog seguirá publicándose a partir de hoy en una
nueva dirección. Puedes acceder haciendo clic sobre este enlace. También te
inv...
Hace 11 años