viernes, 26 de marzo de 2010

Gripe!

¡Qué horror! En mi casa ha habido una catástrofe, peor que un maremoto. Ríase usted de
un Tsunami!. Tenemos GRIPE!

Qué vacilación, ¡que duda mas horrible! ¿De dónde viene esta vez? ¿Del cerdo, del pollo, del
camello, de un marlín?. ¿Será necesario tomar aspirinas, Tamiflú, o habrá que comprar
algo mas fuerte y específico?. ¿Cuántos millones de seres inocentes van a morir esta vez
por esta insidiosa pandemia en mi casa?. Sobreviviré? (!)

Comenzó con un benevolente estornudo, así, suavito, como una caricia, un cosquilleo en
la pituitaria, y....¡ zas!. Se coló en casa como un ladrón, como un ocupa no invitado, como
un conquistador, bajo una marcha triunfal de toses, estornudos y carraspeos... ¡DIOS!
¡¡Estamos invadidos!!

Se me erizaron todas las plumas, ¡y me comenzó a fallar el trino!. ¿Qué era aquello, que
había hecho de una familia feliz un asilo de ancianos, ojerosos, tosedores, temblorosos,
cabizbajos, y sin fuerzas?

Ahora se pavonea cual general triunfador por el pasillo, mientras todos vamos inclinando
la cabeza cual vencidos sometidos, al tiempo que nos llevamos la mano a los riñones, o
nos sujetamos el pecho dolorido de tanta tos.

Llamamos al 012. Allí aún hay un grupo de insurrectos, rebeldes. Una mínima resistencia
que subsiste orgullosa en sus puestos de trabajo. Qué orgulloso me siento, cuando tras la
locución automática del Servicio de Salud del Gobierno de Canarias, escucho una voz
humana. ¡Albricias!

Aún queda esperanza, mientras haya resistencia. ¡Ni pollos, ni cerdos,
ni caballos ni lechuzas podrán con el ser humano!. Para celebrarlo, entre sorbito y sorbito de jarabe, le doy como puedo entre toses y tiritonas mis dos apellidos y fecha de
nacimiento a la operadora, quien amablemente me indica cual es mi centro de asistencia
y el nombre de mi médico de cabecera: ¡Mi salvador, mi héroe, mi aniquilador de virus,
esporas y bacterias varias!. ¡Estoy salvado!

Pero tras una breve esperanza, recibo una llamada, esta vez totalmente automatizada, sin
intervención humana alguna, donde una voz pre-grabada me indica que mi cita médica
debe ser post-puesta por enfermedad de la plantilla médica...

Y juraría que en la grabación, detrás de esa voz anónima y metalizada que me pide excusas y me dice que vuelva a llamar pasados unos días, juraría que se oyen mujidos taurinos, y como unas risitas apagadas, que se me antojan de perro...... Sigue leyendo...

viernes, 19 de marzo de 2010

Calima

Vaya tiempecito!. A mí me encanta el clima de mis Islas Canarias, menos en estas ocasiones, cuando uno respira arena, muerde arena, come arena, ve arena….La arena se adueña de todo, es omnipresente, llega hasta los rincones más ocultos. Lo justifica todo….

¿Que la economía de las islas no va bien? – Calima.

¿Que la subida del IVA nos va a afectar sobre todo a los canarios en nuestros bolsillos? – Calima

¿Que los salarios cada vez son más bajos, y no hay forma de encontrar un empleo? – Calima

La calima (calina) sirve para todo, lo tapa todo, lo cubre todo. Es –sensu contrario- como
aquellos limpiadores que nos tratan de vender por la tele, que sirven para todo. Que cuando
uno ve los anuncios esos, inmediatamente piensa “Pero ¿cómo puede haber gente tan guarra,
que se deje sus baños o sus cocinas así?”.


Pues la calima, que nos tapa y atenaza las cuerdas bucales para que no piemos, es así también.
Pero ¿Cómo puede haber gente tan hipócrita, que afirme que estamos saliendo de la crisis, cuando no nos llega para comer?

Cada vez son más, los canarios que acuden a los comedores sociales colectivos, y buscan ayuda
en el banco de alimentos. Algo no va bien en nuestras islas.

Y no es que uno sea economista (¡No lo permita Dios!), pero sí tiene ojos y oídos, para tomar el
pulso a la gente de la calle: Esa buena gente que levanta el país, a fuerza de levantarse ellos a
las seis y siete de la mañana, para ir a un trabajo generalmente mal pagado y echar horas para
llegar a fin de mes.

Y felices, por tener un “curro” fijo o temporal, al menos!

Dicen que la consecuencia de lo que estamos pasando ahora, es que los canarios hemos vivido
demasiado bien, (como si dijéramos: “¡despilfarrando!”) en tiempos de bonanza económica….
¿Serán ….? Pero entonces, ¿por qué no comenzaron ellos por apretarse el cinturón?
Ya sólo nos queda en confiar en que no llueva, y encima la calima nos caiga encima de la
carrocería del coche, porque lo vamos a lavar cuando no se vea el color original.
Señor, y ésta calor y ésta calima!. Qué poco se ve, para lo bien que se veía hace tan poco!.
“Ajolá vengan tiempos mejores, cristiano” dicen los abuelos, que ya han pasado-al parecerpor
esto otras veces.

“Ajolá, vengan pronto”, oramos, mirando al cielo para que no llueva.
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miércoles, 17 de marzo de 2010

Los neutros

Tras haber mudado las plumas, como cada comienzo de primavera, aquí estamos de nuevo
para “piar” nuestras virtudes y desgracias, que ambas son abundantes y pesan en el sentir de los canarios.

Hoy he leído una noticia que me ha hecho reflexionar: Australia, es el primer pais del mundo en reconocer a una persona de sexo neutro.

Me explico: Al parecer, esa persona nació hombre, pero no contento con su sexo, se hizo mujer, para al cabo de cierto tiempo llegar a la conclusión de que tampco así se sentía realizado (“Ya tendría que ser feo el cristiano!”- Pienso yo...).

Y me ha hecho reflexionar como digo sobre el género neutro: Aquello que no es así, pero
tampoco “asá”, osea todo lo contrario de lo opuesto, que no llega a ser aquello a lo que se opone.

Son aquellos “prinsulares” que por el hecho de vivir en nuestra tierra, se hacen pasar por
canarios y exageran su canariedad pronunciando las “ces” como “eses”, y acudiendo a
manifestaciones en favor de la independencia de las islas. Esos, que a fuerza de pretender ser queridos, no los quiere nadie, pues resultan patéticos con su exagerado acento impostado, sus expresiones extemporáneas (el “ñooooos!”, o el “mi niño”), y sus seseos sin gracia. Y les llaman “pininsulares”, o símplemente “godos”.

Luego, cuando regresan a su tierra de origen por vacaciones, acostumbrados como están a
toda la “parafernalia” de fingirse canarios, al pretender volver a su acento original tampoco lo logran, y allí en su pueblo les llaman “los canarios”.

En fin, que “ni perro ni gato de aquella color”, como reza el refran, por lo que resulta así que
son sencíllamente: Neutros.

Verá usted: Para ser canario, sólo hay que sentirse canario. Amar a esta tierra bendita de
Dios con toda el alma, ser uno más, sin exageraciones ni imposturas. Integrarse como se integran en el paisaje las humildes casitas campesinas en la ladera del monte, no implantarse como esos
horrorosos apartamentos del sur, empotrados y encumbrados en el risco, que parece que lo estén escalando...

Ser canario, es sentir esta tierra como propia. Preocuparse por sus problemas diarios, y echar
una mano, si se puede para su solución apoyando o incitando a los que la tienen de su mano. Para nada es un acento, o unos dichos que no son los suyos, que los ha oído por ahí y los ha hecho propios, para caer en gracia, y ni sabe dónde ni cuándo soltarlos....

Si para demostrar su canariedad ha de recurrir usted a ésto, y no siente en su interior que es
usted parte de este pueblo, de esta tierra, de estas islas, y no se siente usted orgulloso de serlo, y agradecido por haber sido acogido en ellas, como dice la canción, entonces....

¡Mándese a mudar!
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